miércoles, mayo 09, 2007

Don Enrique Molina Garmendia... Gran Filósofo de América....

En sus "Proyecciones de La Intuición" escrita en torno a 1930, Don Enrique deja el espacio para establecer, 70 años después, "...la superioridad psíquica de la mujer".

En su época fue gratamente sorprendido por Gabriela. En sus viajes por Europa y USA no conoció a otra docente, otra educadora, otra mujer... con el potencial cósmico de Gabriela... la escuchó... la conoció... la vio actuar... la investigó... decidió escribir sobre su intuición. Es que además Gabriela le inspiraba... era para el un gran espíritu(=alma pensante) en absoluta libertad.

Obviamente mucho se alegró cuando el único escritor y periodista de habla hispana presente en Estocolmo para la premiación de 1945, Manuel Mujica Lainez, la describió en "La Nación" de Buenos Aires como "una deslumbrante diosa araucana...". Gabriela era también eso... Diosa. ¿ Pero dónde y de donde provenía esa superioridad respecto a otras notables mujeres americanas de la época?.

Hoy resulta quizás fácil explicarlo y a la vez plantear que... "el hombre puede prescindir de Dios... pero jamás de la mujer"... para nacer... para procrearse a imagen y semejanza de hijos y nietos. Hijos y nietos libres... "para ser buenos por virtud propia"... y con eso desarrollar libremente el espíritu... como dice el himno de su universidad... y muchas veces expreso en sus disertaciones y clases.

La "Superioridad Psíquica de la Mujer" reside en su potencial de dar vida... lo que el hombre no puede ni podrá hacer.

La intuición... junto al amor , la ética, la política, la higiene... forman parte del "Genoma del Espíritu". Podríamos decir que "La Intuición" es guardia de seguridad del resto de variables del espíritu... es la que invita a rehuir el peligro... o invita con un plan instantáneo de buen futuro.

Consciente de su misión orientadora, en uno de sus discursos como rector, nos dijo:

"Inspirémonos en el bien social, en la justicia y en la innegable solidaridad que nos liga a los demás hombres y ante todo a la nación en que viéramos la luz. No cumpliría mi misión si fuera de infundir virtud, de adiestrar los músculos e ilustrar el criterio de la juventud, quisiera encerrar sus ideas para todo el porvenir en un marco de hierro haciéndolas gemir y marchitarse bajo principios que no acepte el convencimiento. ¡Ha, no! Hay que ser libres para ser buenos por virtud propia. Y si mañana, obedeciendo a esta libertad, vosotros jóvenes pensáis de una manera distinta a la mía, siempre seréis mis discípulos y mis amigos porque la idea contraria no ha obedecido a fines cobardes y menguados sino que ha obrado espontáneamente y madura como el mejor fruto del espíritu (=alma pensante)".


Enrique Molina Garmendia

"Inspiremonos en el bien social, en la justicia..." son también palabras de Alberto Hurtado.

Su obra filosófica -que lo convertiría en el más prestigiado filósofo americano de su tiempo- comprende textos como Filosofía Americana, Las Democracias Americanas y sus Deberes, Proyecciones de la Intuición, y Nietzsche Dionisíaco y Asceta.

( Para este espacio, le he solicitado una colaboración a Andrea: Una biografía de Don Enrique... tema libre, su actitud, su esfuerzo por entregarnos conocimientos, universidad, su espíritu, su ¿Cómo hacerse entender?, el espíritu del sur... gente granada, gallarda, natural...
El hombre es naturaleza... lo natural es pensar... y el lo hizo mucho mejor que muchos... nos entrego una universidad libre, barata, accesible, humana, natural, bella, libre para "ser", libre para amar, libre para pensar, libre para emprender. Su desarrollo libre del espíritu debe proyectarse aún más... liberar a Llacolén... eso es... esa es la clave... liberar a Llacolén, para que pueda amar y volar. La biografía de su espíritu... será lo que terminará escribiendo mi querida amiga Andrea. No hay apuro... se deben respetar las prioridades.